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En verano de 1939 arranca la primera edición de la Quincena Musical de San Sebastián, uno de los festivales de música más veteranos de Europa que ha gozado y sigue gozando del cariño y respeto del público.
Esta exposición muestra los espectos que la han ido configurando hasta lo que es hoy. Las instalaciones del artista sonoro Mikel Arce forman parte de este caleidoscopio de imágenes y sonidos que refleja un modo de entender la música; una música que comunica, traspasa fronteras, emociona, crea e ilusiona. Una historia compartida.
Más allá de la magia vivida en un teatro o un auditorio, la Quincena transmite un modo de entender la música. Una música que comunica, traspasa fronteras, emociona, es creativa e ilusiona, y eso es lo que quiere reflejar la exposición.
La muestra se estructura en cinco secciones: en la primera, se realiza un repaso general a la historia del festival, y los aspectos que hacen que éste sea singular. No en vano, la Quincena Musical de San Sebastián, que este año cumple 80, ha vivido 40 bajo la dictadura y las 40 posteriores en democracia; en ese recorrido su carácter ha ido cambiando. A pesar de que nación con un carácter elitista, ha conseguido llegar al público general gracias a los contenidos, escenarios y planteamientos abiertos.
Durante todos estos años, este festival, que es uno de los más antiguos de Europa, ha conseguido mantenerse a pesar de los tiempos difíciles y los acontecimientos políticos. También es una característica del festival la importancia de la música coral, que seguramente responde a la particularidad de la sociedad que lo rodea. Y, por último, cabe destacar el esfuerzo en crear redes: entre los músicos, los que se forman al desarrollar producciones propias...
A continuación de la sección general, estas cuatro se relacionan con la música y crean una sinfonía en cuatro movimientos: ópera, músical vocal, danza y música instrumental. Esos cuatro ámbitos han sido el eje de la Quincena y la exposición.
Las instalaciones del artista sonoro Mikel Arce completan la exposición: Árbol Schaefferiano y Transducciones del ambiente de San Telmo: un paisaje sonoro en tiempo real.
La primera pieza emite sonidos de Quincena a diferentes puntos de la sala sorprendiendo al público visitante en sus desplazamientos dentro del recorrido; la segunda, trata de reinterpretar parte de la biósfera del entorno del Museo San Telmo: la luz que lo ilumina, el aire que lo rodea y la tierra donde se asienta, y sus variaciones en tiempo real.
Una exposición de San Telmo Museoa, Donostiako Musika Hamabostaldia
San Telmo Gaua: Donostiako doinua, 80. Musika Hamabostaldia
Tal y como ha venido sucediendo en los últimos años, éste también habrá programación del festival en el museo:
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